"Ya ves... el día no amanece"
Su monólogo de citadinas soledades
al mar la devolvió.
Enmarañada,
resquebrajada,
y pérfida
gritó bajo el azul salado...
pero Alfonsina no escuchó.
De algas por cabellos
Y piel descolorida
Entre peces y pesares,
Malena no cantó.
Sembrada en las faldas del arena
aún tiene la pena
ya no sostiene su dolor.
al mar la devolvió.
Enmarañada,
resquebrajada,
y pérfida
gritó bajo el azul salado...
pero Alfonsina no escuchó.
De algas por cabellos
Y piel descolorida
Entre peces y pesares,
Malena no cantó.
Sembrada en las faldas del arena
aún tiene la pena
ya no sostiene su dolor.